Nota Revista Veintitres

Nota publicada el Jueves 12/3/2009
La Nación despide: El diario de los Mitre quiere echar a trabajadores de prensa mientras prepara su mudanza a una torre de lujo en Vicente López.

Despidos en La Nación

La vieja receta
Por Jorge Repiso

Comisión interna. Siete de los nueve delegados frente al edificio del diario.

El centenario diario le mandó telegramas a varios trabajadores y despertó el estado de alerta.

El futuro se nos presenta cargado de incertidumbres y surge una clara certeza: la compañía necesita de su gente y su gente, la compañía... sentimos que la mayoría de ustedes nos está acompañando y por eso deseo agradecerles... nuestro mayor propósito es que estén con nosotros cuando podamos volver al camino.” Frases como estas fueron escritas por Luis Saguier y cientos de copias repartidas entre todos los empleados del diario La Nación. Fue un pedido de colaboración fechado en marzo de 2002, mientras el país de despedazaba económica y socialmente. Cartas con este contenido no se repitieron. A finales del año pasado, superada la crisis, cien trabajadores recibieron propuestas de retiro voluntario al tiempo que el call center de avisos era tercerizado.

El conflicto se recalentó en los primeros días de febrero de 2009 y alcanzó gravedad los primeros días de marzo, cuando empleados del diario junto con la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) tomaron la sucursal de recepción de avisos y venta de colecciones llamada Alem. La Nación no sólo desconoció la vigencia de la conciliación voluntaria dictada por el Ministerio de Trabajo, sino que siguió despidiendo gente e impugnó candidaturas en las elecciones internas. “Esta empresa viola las leyes que ellos mismos dicen respetar, genera una verdadera incertidumbre jurídica”, señalaron en la UTPBA, cuyos representantes no son recibidos por el gerente de recursos humanos, Carlos Adjoyan. “La empresa no está en crisis, ellos mismos lo reconocen. Si permitimos que ellos despidan, qué queda para las otras empresas en medio de esta crisis internacional”, aclaran en la UTPBA. En medio de esta racionalización, La Nación se está mudando a una moderna torre propia en una de las zonas más caras de Vicente López, a metros del río.

Veintitrés habló con siete de los nueve delegados en la planta baja del edificio de la calle Bouchard.

–¿Cómo evolucionó el conflicto?

–Pensamos que tendríamos un verano tranquilo ya que la conciliación se extendía hasta el 31 de marzo pero no fue así. El 5 de febrero, treinta y un trabajadores nos dijeron que los habían nominado. La empresa presentó el listado amparándose en el decreto 328/88 (por el que la cartera laboral debe ser avisada ante cualquier decisión basada en causas económicas) y argumentando la decisión en que suponía que en dos años iba a haber una merma en las ganancias. La conformación de la lista es muy llamativa. En ella se encuentra gente que estaba negociando sus retiros, tres candidatos a delegados, dos trabajadoras que habían tenido familia recientemente y personas con problemas de salud graves además de una compañera que tuvo un accidente laboral.

–¿Cuál es el ambiente laboral?

–La psicosis viene desde hace meses. Los trabajadores eran llamados de a uno para mostrarles los números de las indemnizaciones. Hubo llamadas de gerentes a los domicilios particulares a cualquier hora para apurar decisiones. Acá hay algo que está claro, dentro de un tiempo van a ir por doscientos más, cifra que afirman que sobra en el plantel.

A los pocos días de recibir la lista de candidatos para formar la nueva comisión interna, La Nación presentó la nómina de los 31 cesanteados. El 4 de marzo, día de la elección, nueve telegramas fueron enviados a pesar de la vigencia de la conciliación. Según los delegados, los directivos desconocieron lo firmado y objetaron elecciones limpias y supervisadas. Al cierre de esta edición, el Ministerio de Trabajo intimó al diario a retrotraer las medidas tomadas por entender que quebrantó la buena fe entre las partes.


Gracias Revista Veintitres, Jorge Repiso, Pablo Stubrin y a todos los que colaboraron

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